Sus fans lo conocieron como youtuber en el#LegadoDeTomiii11 donde dijo que su sueño era volar en un helicóptero, pero en Fundación Nuestros Hijos lo conocíamos desde hacía 4 años, cuando en el 2018, a la edad de 8 años, Amaro Navarrete fue diagnosticado con un méduloblastoma, un tipo de tumor cerebral que lo dejó con varias secuelas físicas y neurológicas, entre ellas, la pérdida del equilibro (no podía sostenerse de pie), de la motricidad fina y del habla.
Desde entonces, su camino de rehabilitación ha sido largo, pero también sostenido, para ir consiguiendo progresos en todos los aspectos de su desarollo, mejorando el habla y su autonomía, comenzando poco a poco a caminar, aunque todavía con apoyo. Éste ha sido un proceso en el que Amaro y su familia han contado con el apoyo de Fundación Nuestros Hijos, pero también ha sido fruto de un encomiable esfuerzo familiar, especialmente de su madre, Olga, y su querido hermano, Vicente, de 16 años, ya que esta familia de tres miembros vive en Santa Cruz, a 3 horas y media de Santiago en bus, por lo que los constantes viajes son pan de cada día.
Por eso, cuando Amaro nos habló de sus sueños, rápidamente, una red de apoyo se articuló para cumplir este deseo. Amaro siempre soñó con volar en un helicóptero, incluso pilotearlo.
Hoy el cielo azul fue aún más intenso y majestuoso para Amaro, pues por fin pudo verlo desde el aire y sentir la sensación que tienen los pilotos que aman volar como las aves, porque después de cuatro años enfrentando el cáncer, Amaro ya tiene sus alas listas para despegar, recuperar su vida e intentar ser feliz como todos los niños, niñas y adolescentes con cáncer que apoyamos en Fundación Nuestros Hijos. En el cielo como en el fondo de su corazón, estaba escrita la palabra esperanza.
Súmate tu también, como los amigos de la empresa Aeromax Helicópteros que generosamente quisieron ayudar a cumplir el sueño de Amaro.
#Todossumamos Mira el reportaje de «El Sueño de Amaro» aquí